Muchísimas obras de ficción y no ficción se han dedicado a los retratos de criminales psicópatas, tanto en libros, películas o documentales. Puede ser que tan sólo se aproximen a la realidad o exageren sus rasgos; en cualquiera de los casos, el objetivo es el mismo: producir la fascinación del lector o espectador.
A menudo se les sitúa en el papel de villanos, aunque a veces también de antihéroes, volviéndose de este modo en el eje principal del conflicto: es el peligro, lo incontenible, lo imprevisible, que despierta la sensación de angustia o ansiedad, pero, a la vez, la búsqueda del control y seguridad, de la resolución del conflicto.
Con cierta regularidad responden a características estereotipadas, pero, precisamente, lo que constituye a una buena obra artística es la capacidad de amalgamar la experiencia familiar, comprensible rápidamente, con lo excepcional e inesperado. En este sentido, es que la literatura o cine sobre criminales psicópatas se ha vuelto un género artístico tan valorado: son lo que otrora la novela policial o de misterio.
A veces el personaje es un estafador o un trastornado, un exitoso empresario o un simple ladrón arrastrado a los límites afectivos y psicológicos. Pero en todos los casos, tienen cierto encanto superficial, que, sin embargo, al profundizar en el personaje, aparecen sus rasgos esenciales: locuacidad, narcisismo, tendencia al aburrimiento y a la mentira, capacidad de manipulación, ausencia de remordimiento, frivolidad y crueldad… Es lo extremo de la experiencia humana: la locura, que ha sido una reflexión constante en todas las formas y periodos artísticos.
Resulta raro que estos morbosos elementos puedan constituir la base de una obra artística, pero el pavor, lo ominoso, tiene ese efecto paradójico: lo amenazante nos resulta familiar… ¿Es que sólo había permanecido oculto?
En este sentido, el criminal psicópata expresa una crítica radical a la sociedad, puesto que él mismo es un producto de la sociedad, su torsión, su doblez. Por eso, de alguna manera, el psicópata encuentra eco en los deseos ocultos del otro, en la necesidad del otro. Es la locura y la rebelión.
No obstante, no debemos dejar de comprender que estamos hablando de Ficción. Es en la ficción donde nos podemos entregar a esa seducción por lo oscuro, por la locura, por la violencia. La ficción es una válvula de escape a nuestras propias pulsiones. Esto es un elemento central del cine, el teatro y la literatura. Es la vida de la ficción, que encuentra un límite claro e ineludible: la realidad. No debemos cruzar ese límite. Es más, la Ficción nos ha de enseñar cómo fortalecer nuestra realidad.
Asociación, cooperación, comprensión, empatía, persistencia, sociabilidad, relaciones cariñosas y honestas, compromiso, persistencia en el trabajo, son características todas opuestas a la del psicópata, y propias de sus némesis, las y los investigadores que resuelven el caso, las familias que se reencuentran, el amor que triunfa al final…
Valientemente resuelve estos casos… Aquí te ofrecemos algunos títulos, tanto de ficción como de no ficción, que sin duda te resultaran entretenidos e interesantes. Desde la Biblioteca Publica Digital puedes acceder y descargarlos de manera gratuita: