Ha fallecido en la ciudad de Milán, el miércoles 28 de julio, a los 80 años, el escritor italiano Roberto Calasso.
De fascinante personalidad, es uno de los grandes nombres del pensamiento europeo contemporáneo. Autor de basta erudición y creatividad, así como de elegancia y belleza. Poseedor de un conocimiento profundo, tanto de la mitología, como la literatura, la religión y la filosofía. Es uno de los grandes ensayistas, compartiendo ahora el Olimpo junto a Borges, Octavio Paz, T. S. Eliot, Roland Barthes, Harold Bloom y Umberto Eco.
Roberto Calasso nació en Florencia, en 1941. Escritor, crítico literario, columnista y ensayista, fue, además, propietario de la Editorial Adelphi, casa especializada en obras de ficción, filosofía, ciencia y literatura clásica; la que compró en 2015, vendiendo, para tal empresa, su propio hogar, con el objetivo de que no fuese absorbida por Mondadori, la editorial más grande de Italia, propiedad de Silvio Berlusconi.
Muchos de sus textos fueron en un inicio conferencias, columnas o reseñas publicadas en periódicos. Sin embargo, trascienden sobremanera la coyuntura para la cual fueron escritos o dictados.
Se especializó en literatura moderna y contemporánea europea, con autores como Baudelaire, Proust, Nietzsche y Kafka. Asimismo, destacan sus grandes investigaciones sobre mitología clásica greco-latina, hindú y egipcia, así como la tradición hebrea. Y expresó los vasos comunicantes entre la India y Grecia, el Islam y Roma, con una hipnótica capacidad para aproximar y poner, como dos espejos frente a frente, unos y otros temas.
El eje temático fundamental de su obra consiste en la relación entre mito y literatura moderna, específicamente en el periodo que va desde el romanticismo alemán, con Novalis, y el simbolismo francés, con Mallarmé. Durante este periodo se consumará lo que Calasso denominó “la literatura absoluta”.
Lo que vendría después, nos dice este bravo autor, con la descomunal crisis acontecida en el siglo XX, seria, precisamente, el ocaso de esa literatura absoluta, el abandono del mito y del conocimiento mistérico, y su reemplazo por los manifiestos de vanguardia. No obstante, en autores como Proust, Kafka o Robert Walser, los misterios persistirían, subterráneamente, pudiéndose acceder a ellos.
De este modo, la tesis fundamental de su producción teórica consiste en que la literatura posee una raigambre en lo divino; lo divino no como lo religioso o teológico, sino en cuanto a su relación con lo mitológico, es decir, el mito como refugio de lo divino. El mito no es una mera invención, una mentira, un producto del “mitómano”, por así decirlo. Por el contrario, el mito no puede “inventarse”, sino que surge del asombro y somete a toda voluntad a su vivificante dictamen.
Esto, a su vez, plantea una crítica radical a la mercantilización del arte. Especialmente una crítica a la “opinión” y la instauración de su imperio, que representa, a su vez, la caída del reino de lo sagrado. La opinión puede hablar de todo, pero no puede decirlo todo; la opinión, como mercancía, es una habladuría, una cháchara que se opone al mito. A este respecto, en su fascinante obra “Los cuarenta y nueve escalones”, dedica varios ensayos −tres a uno y cuatro al otro− a dos autores cardinales en la que basa parte de su concepción teórica, Karl Kraus y Walter Benjamin, de los que Calasso es continuador y a la vez restaurador.
La literatura es, para Calasso, la expresión de una visión, de una iluminación y el erizamiento ante la verdad del mito como revelación divina. No se puede vivir sin lo invisible, dirá en “La literatura y los dioses”, pues allí está el origen de los misterios y en el misterio se encuentra la vida misma, donde convergen dioses y mortales… También de su recopilación de ensayos “Los cuarenta y nueve escalones”, son muy interesantes sus ensayos sobre Freud, Wilhelm Reich y Otto Weininger, donde contrapone a la psicología, la sexualidad y la metafísica occidental, sus propias incomprensiones y la posibilidad de una concepción mítica de los seres humanos.
No obstante, la de Calasso no sería una visión anacrónica, puesto que lo divino, lo sagrado, dirá en su libro “La actualidad innombrable”, hoy también está presente; por eso, acaso una mejor traducción de ese título sería “Lo innombrable actual”.
Calasso nos invita, por un lado, a una nueva forma de leer, una lectura exegética, como si todo texto fuese un texto sagrado; y por otro lado, a volver a leer, releer y repensar; volver a revisar a ciertos autores, para encontrar allí las verdades inmutables.
Las principales obras de Calasso son: La ruina de Kasch (1983), Las bodas de Cadmo y Harmonía (1988), Los cuarenta y nueve escalones (1991), Ka: historias de la mente y los dioses de la India (1996), La literatura y los dioses (2001), K. (2002), La folie Baudelaire (2008), La marca del editor (2013), El cazador celeste (2016) y La actualidad innombrable (2017).
Ha muerto Roberto Calasso. Su obra está destinada a la eternidad…
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