Enrique Lihn es uno de los más importantes escritores chilenos e hispanoamericanos. Nacido en 1929, murió en 1988. Fue poeta, caricaturista, artista plástico, titiritero, aprendiz de mimo, crítico literario, editor, orador, cuentista y novelista. En definitiva, un artista de las letras y de las palabras.
Poeta de la belleza, del arte, de la carne y de la memoria, desarrolló la poesía lírica, a la vez que elementos dramáticos y narrativos.
Aunque el tono de sus dos primeros poemarios era nerudiano, con Pablo Neruda siempre tuvo cierta relación negativa, tanto personal como literaria… rechazando esencialmente al Neruda posterior de “Residencia en la tierra”.
Lihn leía y admiraba, especialmente, a Vicente Huidobro y a Gabriela Mistral. De Gabriela Mistral siempre admiró y difundió sus poemarios “Tala” y “Lagar”.
Hasta que un día conoció a Nicanor Parra, de 37 años, que volvía a Chile después de cursar una beca de física en Inglaterra. No los había publicado aún, pero ya había escrito sus Antipoemas. Con Parra generó un lazo de amistad y literaria perdurable.
Por la influencia de Parra, para Lihn y gran parte de su generación, la poesía debía dejar el sentimentalismo metafísico y asumir lo que era: una forma verbal.
Su poesía era siempre su diario de vida, hasta su último día. “Diario de muerte” fue el titulo de su última publicación, de forma póstuma. No se trata, sin embargo, de una poesía confesional, sino más bien de la idea de que la poesía no transmite pensamientos, sino que hay que pensar con la poesía.
En tanto que es consecuente con su ideal, podemos aprender a pensar con la poesía de Lihn. Poesía tanto intelectual como emotiva, dramática como humorística, social como personal… Y en todos estos ámbitos, poesía de una enorme originalidad, una perspectiva originalísima. Por medio de la poesía accedemos a su conocimiento, a su forma de pensar.
Enrique Lihn es, sin duda alguna, un escritor intelectual, en el sentido de filosófico, como muestra su incansable labor de crítico literario… que lo emparenta, por lo demás, a Jorge Luis Borges. Se trata de literatura que reflexiona sobre la literatura.
Además, cada verso, cada estrofa, cada palabra es meditada y medida. No es “verso libre” si con este concepto se quiere expresar la espontaneidad de las palabras. En Lihn hay un ritmo, una extensión, un fraseo casi musical, una precisión en medio del caos.
Textos largos, breves, versos “libres” o rimados, sonetos, elegías, su obra posee una variedad de formas, estilos, experiencias y sentidos.
Parodió también distintos géneros y formas literarias y fue asimismo un constante experimentador (como demuestra, por ejemplo, su libro Paseo Ahumada), un irónico, burlón e iconoclasta.
Por último, conjuntamente de todo esto, fue un artista de enorme generosidad, poética y éticamente, sin cálculos ni intereses. Alentó incansablemente a otros artistas a desarrollar su propio trabajo y estilo.
Por todas estas razones, Enrique Lihn es uno de los autores más importantes de la literatura y el arte nacional.
En la Biblioteca Pública Digital se pueden leer gratuitamente los siguientes títulos:
Las cartas de Eros, de Enrique Lihn, texto póstumo compuesto por 6 cartas de amor.
Poetas, voladores de luces, de Enrique Lihn, poemario visual.
Roma la loba, de Enrique Lihn, novela comic del propio poeta.
Horroroso Chile: ensayos sobre las tensiones políticas en la obra de Enrique Lihn, que consiste en una recopilación de textos políticos.
Lihn, la muerte, de Mario Valdovinos, una biografía novelada sobre el poeta.
Diálogos de desaparecidos, de Enrique Lihn, recopilación de su desconocida faceta de dramaturgo.