La obra filosófica de Friedrich Nietzsche provoca en el lector, especialmente si es joven, una conmoción, una resonancia sustantiva, tanto a nivel intelectual, como afectivo y moral, llegando incluso a transformar su visión de mundo.
Nació en Alemania en 1944 y fue un joven genial y brillante estudiante. Se interesó por la teología y la historia; la música, llegando a crear un conjunto de composiciones; y fue, además, poeta… Sus estudios universitarios, realizados primero en Leipzig, se orientaron a la filología clásica, llegando a ser docente a los 24 años y obteniendo un doctorado en la Universidad de Basilea (Suiza) a los 26. Sin embargo, al poco tiempo debió renunciar debido a problemas de salud, especialmente su dificultad para ver y las constantes e inmovilizadoras migrañas. Luego de esto, mantuvo una vida errante, nómade, buscando climas propicios para su salud, por lo que recorrió primordialmente Sils Maria, Génova, Rapallo y Turín. En esos paisajes caminaba por largas horas, vagabundeando y pensando y, por supuesto, llegando a su casa momentánea a escribir. Hasta que en 1889, a los 44 años de edad, tuvo un severo colapso mental, siendo diagnosticado con una enfermedad maniaco depresivo y episodios profundos de psicosis. Murió como paciente psiquiátrico en 1890, al cuidado de su madre y de su hermana.
Sus primeras obras importantes fueron “El nacimiento de la tragedia”, de 1872; los cuatro tomos de “Consideraciones intempestivas” (1873, 73, 74 y 76); y “Humano, demasiado humano”, de 1878… Pero será en la década de 1880 donde redactará sus obras fundamentales: en 1881, “Aurora”; en el 82, “La gaya ciencia”; en el 85, “Así habló Zaratustra”; en el 86, “Más allá del bien y del mal”; en el 87, “La genealogía de la moral”; y en 1888, “El crepúsculo de los ídolos”, “El Anticristo” y “Ecce homo”.
Por su estilo polémico, se suele contraponer la filosofía nietzscheana a todas las anteriores, lo que es un error. Su pensamiento es, en verdad, una síntesis (o síntoma) del espíritu de su tiempo; y, a la vez, un presagio de la crisis del futuro…
Escribió sobre estética, el Estado, la educación, la reforma de la cultura, la religión, y su filosofía trasciende a otras disciplinas como la sociología y la psicología, con temáticas como el aburrimiento y la soledad, los afectos y la pasión, el dolor y el placer, la culpa y la compasión, el éxtasis y los impulsos oscuros del alma…
Destaca, además, que es un filósofo con aspiraciones literarias, es decir, sus textos no son puramente didácticos, sino que poseen un afán estilístico, de una enorme belleza.
En la Biblioteca Publica Digital se encuentran los siguientes textos, a los que puedes acceder de manera gratuita:
Así habló Zaratustra
La genealogía de la moral
Ensayos sobre los griegos
Además de la excelente biografía de Rüdiger Safranski: Nietzsche: Biografía de su pensamiento: