Jorge Teillier nació en Lautaro, en la Región de la Araucanía, el año 1935, y falleció en Viña del Mar, en 1996.
Fue nieto de migrantes franceses, que llegaron a vivir al sur de Chile, donde se amalgamó su monumental formación cultural y su amor a la naturaleza, así como las tradiciones francesas, criollas y mapuche. Esa amalgama estaría en la base del universalismo presente a lo largo de toda su obra.
Muy temprano, en la infancia, comenzó su lectura de prosas (novelas de aventuras, leyendas, crónicas) y la adolescencia trajo consigo el mundo de la poesía. Varios de los poemas de su primer libro fueron escritos en el Liceo de Lautaro.
A los 18 años de edad, Teillier migró a la capital para ingresar al Instituto Pedagógico, donde estudió Historia y Geografía, acaso como una extensión de su afán por la cultura, la naturaleza y las distintas tradiciones e identidades.
En esos años conoce a los autores de la llamada generación del 50, como Rolando Cárdenas, Enrique Lihn y Efraín Barquero, entre otros.
Tras obtener su título universitario, fue profesor en el Liceo de Lautaro. También fundó y dirigió la mítica revista Orfeo y el Boletín de la Universidad de Chile. Colaboró constantemente en periódicos, revistas y realizó también traducciones.
Entre sus muchas contribuciones a la producción literaria, tanto artística como teórica, destaca la cometida en el ensayo de 1965 titulado “Los poetas de los lares”, donde examina la obra poética de quienes se centraron en la temática de la provincia, la infancia y el respeto por las tradiciones, del origen, la identidad y la frontera, inaugurando una importantísima vertiente de la poesía chilena: la poesía lárica o de los lares.
La poesía lárica, que es a la vez una estética y una ética, refleja también la concepción de su propia producción poética, en la que encontramos, nuevamente, esa amalgama que se incuba desde su infancia y lo constituye como un poeta singular y universal, a la vez: la búsqueda de la mítica poética o creación del mito, que trascienda el tiempo y el espacio; simultáneamente, que dicha trascendencia se realice a partir de lo propiamente cotidiano; por eso, un retorno al pasado o paraíso perdido, de la infancia, la naturaleza y la provincia; y la búsqueda y elaboración, por lo tanto, de un lenguaje amable, emotivo y eficaz; construcción de un mundo de imágenes y temporalidades subjetivas, que sean, conjuntamente, universales; y por último, el recurso a tradiciones e identidades diversas, que van de los cuentos de hadas, la literatura escolar, la formación clásica y vanguardista, el cine, la televisión y las expresiones culturales populares.
A lo largo de su carrera, Jorge Teillier obtuvo numerosos reconocimientos. Pero también estuvo excluido de los circuitos canónicos y, sobre todo, institucionales, por lo que no recibió el Premio Nacional de Literatura, a pesar de ser uno de los más importantes escritores nacionales y latinoamericanos.
Sus últimos años de vida los pasó en la comuna de Cabildo, en la Provincia de Petorca, en el sector denominado El Molino de Ingenio, a donde se había trasladado en 1987. Y donde murió de cirrosis hepática en 1996, tras haber sido llevado de urgencia al Hospital Gustavo Fricke, de Viña del Mar.
Sus principales poemarios son:
• Para ángeles y gorriones (1956).
• Poemas del País de Nunca Jamás (1963)
• Crónica del forastero (1968).
• Para un pueblo fantasma (1978).
• Cartas para reinas de otras primaveras (1985).
• El molino y la higuera (1993).
En la Biblioteca Pública Digital puedes encontrar y acceder de manera gratuita a los siguientes libros:
• Jorge Teillier, Poemas Ilustrados
• Teillier crítico
• El retorno a la aldea: extracto de entrevistas a Jorge Teillier
• Nostalgia del futuro, biografía del poeta Jorge Teillier