El último momento donde se reconoció la soberanía mapuche fue en el Parlamento celebrado en Tapihue en 1825. Desde 1866 comienza la penetración del Estado sobre el territorio indígena, con el protagonismo del Ejército, con el objetivo de incorporar vastos territorios a la economía nacional y promover la inmigración europea.
Para el estudio de este periodo, te recomendamos leer:
• “Historia de los antiguos mapuches del sur”, de José Bengoa, donde se narra la preexistencia del pueblo mapuche desde antes de la llegada de los españoles hasta las paces de Quilín, entre los siglos XVI y XVII.
• “Los vencedores: historia del pueblo mapuche en la época colonial”, de Guillaume Boccara, un acucioso estudio desde la sociedad reche, en el siglo XVI, hasta la colonia.
• “Mapuche, colonos y Estado nacional”, también de José Bengoa, quien nos informa acerca de cómo fue “poblada” la Araucanía”.
El periodo que va desde 1883 a 1930, se denominó de Radicación, donde las comunidades fueron empujadas a ocupar las zonas entre los ríos Biobío y Toltén.
Entre 1900 y 1910 las acciones de la institucionalidad nacional y los latifundistas se reactivaron para también ocupar el territorio entre Biobío y Toltén, por la vía “legal” de “arriendos” y “compras”. Para 1930, la “cuestión de la tierra”, se tornó, nuevamente, extremadamente complejo.
El estudio de estos procesos puede ser profundizado por medio de las lecturas de los siguientes libros:
• “Historia secreta mapuche 2”, de Pedro Cayuqueo, donde narra la historia del proceso de inserción de extranjeros a territorio mapuche por parte del Estado Chileno.
• “Educación y nación al sur de la frontera”, de Andrés Donoso, quien describe y analiza las organizaciones mapuches entre los años 1880 y 1930.
Entre 1930 y 1945, las organizaciones mapuches presumieron que para solucionar sus problemas era necesario formar un movimiento indígena autónomo. En este periodo, tras el largo conflicto de la tierra, impuesto desde la “Pacificación”, vuelven a reaparecer los conflictos de “etnia” y “reconocimiento”.
A partir de 1946 los intentos por dejar de perder tierra, superar la pobreza, encontrar reconocimiento y constituir una fuerza étnica, se articula con el reconocimiento del Estado como principal interlocutor, quien administró y gestionó el conflicto con el pueblo mapuche únicamente por medio de la temática de la pobreza.
Los distintos procesos de Reforma Agraria (1962-1973) siguen la misma lógica de la cuestión de la pobreza, por sobre otros conflictos, como por ejemplo el “étnico”. Esta “lógica” del Estado se incorporó también al movimiento mapuche, que inicia un proceso de alianza con los campesinos pobres no mapuche, logrando constituir en la Araucanía un gran movimiento campesino e indígena.
Para este periodo, te recomendamos la lectura de:
• “Secretos y tradiciones mapuche”, de Mayo Calvo, libro que tiene por objetivo recoger las historias que los ancianos mapuches narraban a los jóvenes en los años sesenta, para seguir alimentando la cultura ancestral.
• “Historia del pueblo mapuche 1”, de Pedro Cayuqueo, donde se narran los procesos de resistencia política.
Con el gobierno de la Unidad Popular, el proceso de democratización social se radicalizó. Y si bien siguió comprendiendo al mapuche como un “campesino pobre”, por lo que aumentaron los programas asistenciales de Reforma Agraria y se estimuló la sindicalización campesina, hubo también el desarrollo de una visión indigenista que, si no en la economía, si alcanzó a plantearse desde lo jurídico.
El golpe militar significó una ruptura histórica con todo lo acumulado desde 1946. El gobierno impulsó el proceso de contrarreforma agraria, lo que significó revocar los acuerdos expropiatorios y la devolución de las tierras recuperadas por las comunidades mapuches. En cuanto al indigenismo emergido, las políticas de “reconocimiento cultural”, fueron desechadas. Para el nuevo régimen no había indígenas, sólo chilenos.
Si en el periodo 1946-1973, el Estado era un interlocutor esencial, a partir de 1973, pero en especial desde la Constitución de 1980 y todo el proceso de configuración del nuevo modelo económico, va a emerger una voluntad de separación de la cultura mapuche de la chilena, por la afirmación de las propias características indígenas y por el rechazo de la asimilación.
Para comprender estas transformaciones políticas e ideológicas, te recomendamos leer:
• “Autodeterminación”, de José Marimán, donde el autor propone una lectura de las ideas de autodeterminación y el pensamiento político mapuche.
• “Aukan”, de Tito Tricot, libro que documenta los avances y los retrocesos en las relaciones entre Chile y el Wallmapu, entre el Estado nacional y el Pueblo mapuche.
• “Tierra e Historia”, de Pedro Canales, un estudio sobre los debates historiográficos e interpretativos de la historia mapuche desde 1950 a 2010.
La recuperación de la democracia trajo consigo una serie de esperanzas de transformación social, de las cuales no pocas fueron abandonadas, y otras tantas, limitadas.
El nuevo gobierno había incorporado en su Programa una serie de demandas y reivindicaciones. Además, el mismísimo año 1990, se creó la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI).
Era primera vez que se reconocía en el país la existencia de pueblos indígenas que integran la nación chilena y se establecía, por tanto, la obligación del Estado de velar por su protección y promover su desarrollo.
No obstante, el Programa del primer gobierno de la Concertación, quedó truncado. Había presentado desde un inicio varios elementos contradictorios, especialmente con el modelo económico.
El segundo gobierno de la Concertación, bajo el mandato de Frei Ruiz-Tagle, priorizó la liberalización de la economía y los tratados internacionales de comercio.
Para el tercer gobierno, durante la administración de Ricardo Lagos, la protesta social mapuche contra las forestales y demás empresas transnacionales es criminalizada.
Ya desde el año 2001, extendiéndose este periodo hasta 2018, en los distintos gobiernos de los presidentes Bachelet y Piñera, se desarrolla una política institucional claramente establecida para contener los nuevos procesos de radicalización.
El estudio del proceso contemporáneo puede ser profundizado por medio de las lecturas de los libros:
• “Las razones del Illkun/enojo”, de Martin Correa, una investigación acerca de la memoria, el despojo y la discriminación en el territorio mapuche de Malleco.
• “Porfiada y rebelde es la memoria”, de Pedro Cayuqueo, compuesto por crónicas sobre la realidad actual del pueblo mapuche.
• “¡Escucha, winka!”, cuatro ensayos de investigadores mapuche acerca de los principales hitos y debates de la historia del pueblo mapuche y las proyecciones sobre el futuro.
Te invitamos a conocer y profundizar más en la historia del pueblo mapuche, accediendo a estos libros y muchos otros, que pueden ser descargados de manera gratuita desde la Biblioteca Publica Digital.