El 23 de abril es una fecha muy esperada en la agenda del libro y la lectura a través del mundo. Con anticipación se organizan lanzamientos de libros, ferias, lecturas grupales, cuentacuentos, charlas y conferencias. Bibliotecas, editoriales, librerías, escritores y lectores se preparan para encontrase y reencantarse con el placer incomparable de tener un libro en las manos, recorrerlo, olerlo, sentirlo, y luego comentarlo, recomendarlo, prestarlo y vivirlo a través de la lectura.
Sin embargo, este año ese encuentro no será posible en las formas que conocemos debido al coronavirus. Muchas de las ferias, lanzamientos y campañas de lectura han debido cambiar a modo digital, como otras actividades de la sociedad. Esto nos abre la oportunidad de continuar, desde la distancia, conectados con los distintos actores del mundo del libro.
Probablemente, el periodo de cuarentena ha permitido a personas que hace tiempo no leían volver a retomar libros ya leídos y olvidados, o a quienes no tuvieron otro pasatiempo acercarse por curiosidad a algún libro y comenzar a transitar por el camino de la lectura. Tal vez, los lectores más avezados han hecho un recorrido por su memoria lectora pensando en sus favoritos. Mempo Giardinelli, escritor argentino, relata así sus recuerdos en torno al libro: “En mi casa en el Chaco, donde las siestas son interminables, lo que más había, hace años, era lectura. Mi casa era humilde, mi papá tenía apenas tercer grado de primaria y había trabajado como panadero, viajante, vendedor de cosas. Mi mamá, que era profesora de piano, era una fanática de la lectura. Y mi única hermana, doce años mayor que yo, leía todo el tiempo. El mueble más importante de la salita comedor era la biblioteca: un enorme librero de madera oscura, que tenía, en los estantes inferiores, todos los libros que yo podía tomar para leer, jugar, destruir o lo que se me diera la gana; y arriba, por supuesto, los libros inconvenientes que, inteligentemente, nadie decía que eran inconvenientes…”
Nunca es tarde para entrar en el mundo del libro. Entonces, se puede comenzar hoy, en tiempos de coronavirus. ¿Cómo hacerlo? ¿Será difícil? Hermann Hesse, escritor alemán, nos dice: “Cada cual, joven o viejo, tiene que encontrar su propio camino hacia el mundo de los libros, aunque el consejo y la amable tutela de los amigos puede ayudar mucho. Algunos se sienten pronto a gusto entre los escritores y otros necesitan largos años hasta comprender lo dulce y maravilloso que es leer.”
En cada una de las bibliotecas que forman el Centro Biliotecario de Puente Alto (Biblioteca Central, Biblioniños, Bibiobuses, Bibliotren, Biblioteca de las Artes y Bibliopiscina) amamos los libros y extrañamos a nuestros usuarios, a nuestros pequeños y grandes lectores. Esperamos volver a recibirlos en un futuro, ojalá, no muy lejano. Por ahora, los invitamos a leer y comentar las reseñas que hemos preparado para ustedes en las redes sociales, y a compartir libros y experiencias lectoras significativas en su vidas.
Les deseamos un ¡feliz Día del Libro!
Equipo Centro Bibliotecario